La
escuela de la vida se la puede entender de muchas maneras y esta es una de
ellas: se la puede entender como una profesión donde tenemos dos fases, la fase del aprendizaje que es donde
adquirimos los conceptos, las enseñanzas y donde hay lugar para el error,
porque se hacen simulacros tratando de imitar una situación real. También
tenemos la fase de la práctica, que
es el momento donde usamos todas las herramientas adquiridas en la fase del
aprendizaje, y donde no hay lugar para el error, porque para este punto ya
deberíamos tener un conocimiento del campo donde estamos, y por esa razón se
supone que deberíamos estar familiarizados. Aunque hay un problema con la fase
de la práctica y es la falta de experiencia que muchos podamos tener, por una
escasa o muy mal paso por la fase del aprendizaje, lo que nos hará cometer
errores.
Para
entenderlo de una mejor forma, en la vida pasa algo muy similar, donde hay
personas que, en la práctica, es decir en la sociedad, tienen bases, conceptos,
enseñanzas provenientes de sus hogares, hogares con mucha estabilidad y cuando salen
al mundo al que fueron preparados ya están familiarizados con él. Por lo tanto,
se sentirán más cómodos, seguros y confiados cuando actúen. Por otro lado,
también existen personas que carecen de estas buenas prácticas y no tienen esas
enseñanzas, bases o muestras de afecto que son tan importantes para la
compenetración con los demás. Por tal motivo, cuando es el momento de pasar a
la acción, de salir al mundo, es normal que el promedio de este grupo fracase y
se sienta decepcionado con sus resultados, porque les costará más trabajo tener
o desarrollar herramientas sociales.
Dentro
de este grupo de personas que no tuvieron una buena etapa de enseñanza, pero
que después de varios intentos en la etapa de la práctica lograron triunfar,
fue gracias a los principios y valores que lograron adquirir, muchos son de
nacimiento, otros de la bendición de encontrarse con personas que les puedan
dar el mensaje que necesitan escuchar, aunque muchas veces esto no siempre
sucede. Tenemos el caso de Harland David Sanders, más conocido como Coronel
Sanders o Coronel Kentucky quien fundo KFC, tuvo varios empleos donde fracaso
directamente en la práctica, y luego lo llevo a poner su emprendimiento de
pollos que hasta el día de hoy es de los más grandes éxitos empresariales sin
haber tenido una buena fase de enseñanza.
Todas
estas personas que triunfaron en la práctica, no pasaron necesariamente por la
primera fase de la enseñanza y fueron aprendiendo con cada experiencia,
fracasos, triunfo. Convirtiéndose en el máximo referente del área en el que se
desempeñaban, incluso por encima de personas que pasaron por una buena fase de
enseñanza. Además, la gran diferencia en estas personas es que cada experiencia
como no la vivieron antes, la reciben con mayor pasión, por eso quizás para
muchos una misma derrota duelan más y para otro menos, dependerá únicamente de
la fortaleza mental y de las ganas que tengan las personas en las cosas que están
realizando. Es como tomar un vaso de agua después de tener mucha sed, es algo
autentico, algo genuino, que cuando llega lo sientes bastante en ese instante.
El
hecho de tener una práctica anterior, una escuela, nos induce a no fracasar o
no fallar demasiado y eso justamente es la antítesis de las personas que no
tienen esa escuela, porque se toman más enserio los asuntos, ya que cuando
sientan que han sido derrotados, se sentirán como que no sirven para nada. Por ejemplo,
cuando Alemania tiene un partido de futbol amistoso enviará a jugar a sus
suplentes o a muy pocos titulares. Mientras que Ecuador, enviará a la mayor
cantidad de titulares que vea necesario, y cada gol que marque se lo vivirá
como si se estuviera disputando una copa del mundo y cada error le dolerá en el
alma que lo empujara a corregirlo, incluso le quedara marcado para el resto del
partido que lo llevará a una espiral descendente. Aunque eso le ayudará en el
futuro si lo toma con la actitud correcta.
Eso no
quiere decir que Alemania tampoco celebre o sufra los goles, lo hará, pero en
el caso de que pierda el partido, les preocupará un poco pero no tanto como si
Ecuador lo hace, porque Alemania tiene mejor etapa de enseñanza, tiene un
pasado con mas jerarquía que la de Ecuador, y esa misma jerarquía le hará ganar
muchos partidos, incluso cuando no esté jugando bien. Sin embargo, esa mala
etapa de enseñanza a Ecuador que le hace tener muy poca jerarquía hará que
pierda partidos, incluso cuando esté jugando bien. Hay la importancia y relevancia
de una buena o mala etapa de enseñanza, y aunque muchos aun teniendo una mala
experiencia en esa etapa pueden triunfar, lo harán solo si entienden el camino
que deberán seguir y en el lugar que se encuentran actualmente, el mayor
peligro hay es engañarse a sí mismo.
Si
usted no tiene esa escuela o esa familia que le de esas enseñanzas, aún puede
pasar por la etapa de la acción, o como dicen en Ecuador “donde las papas
queman” y cuando lo haga fracasará, y muchas veces, y cada derrota la sentirá
el doble de lo que en verdad se siente, pero, su trabajo es auténtico y cada
derrota anterior lo llevara a esforzarse el doble de lo que sintió ese dolor.
Entonces, tendrá mejores resultados y avanzará más rápido que una persona que si
haya tenido una buena etapa de enseñanza, ese es el beneficio. Y esas ganas con
la que hace las cosas inspirará al resto a también esforzarse el doble, será un
ejemplo y un líder para muchos.
Todos
somos necesarios, tanto las personas que tuvieron una buena etapa de enseñanza,
como las que no, somos como la arcilla, que con el calor se hace más dura y no
como el acero que se derrite, somos guerreros que pasamos por el fuego como el
frasco que cambia su forma con el calor, así mismo usted conocerá otro aspecto
nuevo, mejor después del dolor que quizás no haya visto antes. ¡Desarróllelo!
El rol de los padres
Muchos
padres o personas que crían a otras, se sorprenden del resultado que acaban de
tener con sus hijos o personas que han criado. Sin embargo, no se pueden
admirar y decir preguntas como: ¿Ya no sé qué más hacer? Puesto que un padre
estaría asumiendo que cometió errores o que cumplió mal su papel como padre, o
no hiso suficiente. Como padre hay que entender que nuestros hijos o personas a
quienes estamos criando serán uno de nuestros mayores logros, más que un
proyecto que nos estamos amaneciendo para terminarlo, o más que ese examen
final que deseemos pasar, nuestros hijos son nuestro legado, le haremos un bien
a este planeta si dejamos una persona honesta, que se preocupa por los demás,
que es amable y respetuosa.
En vez
de dejar a una persona llena de odio, capaz de hacerle daño a los demás, que
pueda tomar decisiones que se vaya a arrepentir o que le cueste en el futuro,
personas que tienen sed de éxito y no tienen valores humanos, pensaran que el
negocio de la droga o la delincuencia los hará verdaderamente ricos y felices,
o estudiando y pasando los exámenes mediante coimas o “pollas” también llegaran
a sus objetivos. Estoy convencido que la educación en la casa, cada palabra que
le decimos o le dejamos de decir a los hijos que cuidamos, determina el futuro
de esa persona, del desarrollo de nuestra comunidad, país, y mundo en general.
Cuando
le hablemos a ellos –principalmente a los niños- observémosle con ojos de
orgullo y admiración, miremos dentro de ellos su futuro, como personas
exitosas, tratémosle como personas inteligentes y no como simples personas
ignorantes, regañándolas en cada cosa que les salen mal, ellos son los primeros
que quieren hacer las cosas bien y admiran mucho a sus padres. Tratémosle como
lo que son, el futuro del planeta, la siguiente generación que puede hacer que
evolucione la humanidad o de un salto importante en el camino para lograr
llegar a ser El nuevo Hombre.
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